En estos tiempos de Internet se hace difícil retener tanta información que circula, pero lo importante es entender que gracias a estas herramientas, hoy es más fácil acceder a temas que antes pasaban inadvertidos, o que fueron de gran incógnita para hombres y mujeres, por ejemplo, la ciclícidad que sufren los cuerpos menstruantes, o para ser más dicientes, los cuerpos femeninos.

Hace más de 8 años estuve enfrentada a ciertos cambios hormonales y emocionales qué me llevaron a pensar ¿Qué está pasándole a mi cuerpo? Sin ningún motivo aparente empecé a tener variaciones de humor, mareos, dolores de cabeza, irritabilidad y sensibilidad extrema, sobre todo en mi fase premenstrual (aunque admito ser una persona sensitiva). Lo cierto es que fui usuaria de anticonceptivos durante varios años y gracias a que decidí abandonarlos, pude darme cuenta de los cambios generados, no solo a nivel físico y emocional, sino todas las consecuencias nefastas durante su ingesta, sumado a la poca orientación que recibimos las mujeres frente al tema. Cabe resaltar que fue mi ginecólogo de cabecera quién los recetó, conociendo en detalle mi historial clínico.

Sé y entiendo que muchas personas se estarán preguntando, ¿Y entonces con qué planifico mi sexualidad? Y es gracias a una herramienta tan básica como el agendar en cíclico, sumado al método sintotérmico, que me permití abandonar los anticonceptivos para regresar a mi cuerpo los beneficios de ovular naturalmente, sin correr el riesgo de un embarazo no deseado.

 

Hay que empezar con lo primero y es que las hormonas que produce el organismo cambian durante todo el ciclo para optimizar su funcionamiento, por eso la ciclícidad del cuerpo menstruante no está asociada a una disfunción mental o psiquiátrica, sino a un baile hormonal que naturalmente necesita el organismo para responder a todas sus funciones. Por ejemplo, las hormonas que se producen en la ovulación no solo nos hacen fértiles, sino que tienen beneficios al corazón, el cerebro, los músculos, la piel y el pelo. Incluso el metabolismo, el humor, el sueño y los tejidos se ven influenciados positivamente cuando los procesos naturales se cumplen. Si entendemos además que el organismo atraviesa variaciones que te hacen cíclica como la luna y sus fases, se agudiza esa comunicación constante y comienza una interpretación de los mensajes que envía el cuerpo ¿Cómo funciona el ciclo, cuánto dura el tuyo, cómo varía según la fase qué estás atravesando, cómo lo administras y qué lo afecta directamente? El organismo es química y todo lo que sucede alrededor lo afecta por dentro, por ejemplo se hace importante ampliar nuestra perspectiva sobre lo que significa un ciclo regular, ya que éste puede durar entre 24 a 35 días según la alimentación, los niveles de estrés y los descansos que hayamos tenido.

Si te animas a agendar en cíclico debes tener en cuenta que es primordial anotar todos los detalles que experimentas durante el día, al menos por 6 meses, porque así podrás revelar patrones de conducta y definir las diferentes fases que tu cuerpo atraviesa. (pre-ovulatoria, ovulatoria, premenstrual y menstrual) y al abrir esa puerta de conocimiento que habita dentro, no solo cambias la forma de ver y entender tu ciclo, sino que contagias a otras mujeres para empoderarse desde el conocimiento.

Esa información valiosa que generalmente no vemos es muy diciente a la hora de conocernos. Es triste ver cómo nuestros cuerpos femeninos se construyen a partir de la opinión ajena: del médico, la religión, la sociedad, la industria farmacéutica y la publicidad, quienes nos alejan de esa apertura de consciencia propia porque cuando esto sucede dejamos pasar de largo las sensaciones y cómo nos sentimos realmente. De esta forma, lejos de poder administrar lo que nos pertenece, cultivamos la baja autoestima y los pensamientos de inestabilidad que han sido generalizados en la sociedad, para evitar entender lo que realmente necesitamos en cada momento. El agudizar nuestros sentidos, vivir ciclos ovulatorios naturales, tomar nota y resignificarnos en la palabra propia, hará de nuestro cuerpo un territorio crítico, sin bloqueos, que permite conocerse para alcanzar el equilibrio, pero además es un organismo consciente de las reservas básicas que debe obtener para los años post menopausia.

Acá la invitación es a conocerte realmente a través de la escritura, tomar nuevos y mejores hábitos para identificar los cambios del ciclo y así entender la bioquímica que atraviesa el cuerpo, no solo para negociar, sino para atender nuestras preferencias y necesidades básicas.

Si deseas empezar este proceso de empoderamiento, recuerda que debes registrar como mínimo 6 ciclos de principio a fin para comenzar el camino de autoconocimiento, para ello puedes descargar de forma gratuita el diagrama lunar en el siguiente link: https://lacopitamenstrual.com/descargar-diagrama-lunar/ ¡Qué lo disfrutes! pero en especial, aprende a ser responsable con tu organismo.