Alguna vez se ha preguntado ¿de qué están hechas las toallas higiénicas y los tampones? ¿Cree usted que los productos que se comercializan en el mercado son seguros? Es importante dar respuesta a estas incógnitas para identificar el fondo de las molestias y enfermedades que sufren las mujeres durante su periodo fértil. A decir verdad, gran parte de la población femenina usa productos desechables para llevar durante los días de la menstruación y desconoce totalmente el proceso de producción, los insumos y los riesgos en materia de salud que estos pueden ocasionar.
Hace algunos años las mujeres relacionaban su ciclo menstrual como un suceso incómodo que las limitaba a diversas actividades, pero ahora las cosas están cambiando y cada vez son más los casos de experiencias interesantes y productos novedosos que están rompiendo los paradigmas establecidos socialmente. Vale decir que la vagina es un órgano muy sensible, posee gran cantidad de tejido graso que la hace propensa de almacenar químicos y por eso vale la pena considerar los compuestos que ponemos cerca.
Existen opciones más saludables en productos para el cuidado femenino como las copas menstruales y las toallas femeninas de tela, que son la oportunidad ideal para sumarse al cambio, ya que por lo general las mujeres atraviesan un proceso contagioso, donde es más fácil decidir a través de una asesoría o recomendación cercana; así que veamos por qué es importante considerar el cambio de los productos comunes
Las irritaciones y erupciones se relacionan directamente con los gases irritantes que salen del poliéster, el cual está presente en el revestimiento de las toallas sanitarias, envolturas y aplicadores de los tampones. A su vez, la fabricación requiere petróleo, carbón, agua, aire, alcohol y ácido, como también lo requiere el polipropileno y el polietileno.
El gel superabsorbente está hecho de poliacrilato, una mezcla abrasiva de ácido acrílico y lejía, pero además las infecciones y los hongos causados en las vías urinarias se relacionan con el polietileno y el polipropileno, que impiden pasar el aire, aumentando la temperatura de la zona V para crear un ambiente ideal para el desarrollo bacteriano.
Por otro lado, el síndrome de shock tóxico es una enfermedad que ataca el sistema inmune, haciendo sentir muy mal a quien lo padece; entre sus síntomas es común sufrir vómitos, mareos, sensación de confusión, dolor, diarrea, entre otros. Generalmente ésta enfermedad es causada por la variación de bacterias y el desarrollo del SST al interior de la vagina, y se le asocia al uso continuo y prolongado del tampón.
Hoy día, gracias al cambio de conciencia y al uso de productos alternativos para la menstruación, son más las mujeres que mejoraron notablemente los síntomas premenstruales que padecían, se fueron las irritaciones y los malos olores, como también, se presentó una disminución del sangrado al utilizar la copa menstrual.